El capitalismo chino y los ingenieros rojos de Tsinghua University

Desde que el Partido Comunista Chino (PCC) alcanzó el poder en 1949, su capital político ha estado basado en el control que hace el Partido del aparato estatal Chino y las organizaciones económicas que comanda. El poder político del PCC se basó siempre en la acumulación del poder económico. El PCC ha permitido desde las reformas iniciadas hace ya 35 años, que el campo económico vaya pasando a manos privadas y ha hecho que el resto de las empresas estatales se comporten crecientemente sobre reglas de mercado. Hoy día los ingenieros rojos (los que estudian rigurosamente en Tsinghua University) continúan gobernando China, usando un estado tecnocrático para regular una vigorosa y dinámica economía capitalista. En última instancia, es el control del PCC sobre el nombramiento de oficiales en el sector público lo que continua dando al Estado Chino su caracter tecnocrático. El PCC está fundamentalmente comprometido con los principios tecnocráticos e implementa un sistema personal que - a través de rigurosas competencias - selecciona y entrena a los oficiales con credenciales y valores tecnocráticos. El PCC ha preservado el caracter tecnocrático a través del contrapeso a dos fuerzas opositoras. Primero, ha mantenido sin eficacia a las presiones desde abajo que podrían introducir una agenda populista, y segundo, ha sido hábil en contener la influencia política de intereses exclusivamente pecuniarios provenientes de los sectores privados. Tanto las demandas y presiones populistas como la corrupción económica continúan amenazando el poder centralizado y la integridad organizacional sobre la cual el caracter tecnocrático del estado Chino está basado, pero hasta ahora la organización del PCC se ha podido mantener.